estas ganas de nada, menos de tí

Un original deficiente

¿Puede él ser igual, en alguna parte, a Lautaro?

1.3.10


- Me parece que todo esto es un poco más complejo, no se resume a un '¿Me querés querer?'

Lo mire con los ojos llorosos, posé mis ojos en los suyos, pero los de él estaban perdidos. No me miraba, no entendía, pero él no estaba ahi conmigo. Por unos minutos me sentí desconcertada, desolada. ¿Eso era un sí, o un no? ¿Qué trataba de decirme? ¿¡Porqué no leo mentes!? ¿PORQUÉ TODO ES TAN COMPLICADO?

- Yo no tengo que quererlo, yo lo hago Mora, y podemos intentar estar juntos.. puedo quererte todo lo que quieras. Pero lo que te digo es que las cosas nunca van a ser así de fáciles, tenés que tener claro lo que querés, por que, aunque no lo creas, cuando tomaste la desición de venir a decirme todo esto, inconcientemente, le rompiste el corazón a Lautaro
- Este el momento en que tengo las cosas claras, es ahora cuando sé lo que quiero y queres hechar todo para atrás? Seré una pendeja como Lautaro y lo que le estoy haciendo está mal y soy consciente de todo. Pero por fin tomé una decisión y vos sos parte de ella. Yo la verdad que no entiendo, me vas a decir que yo leí mal las señales? Que yo veo y escucho lo que quiero? Me vas a decir que...

Y ahi sin más, no me dejó terminar mi argumento. Había planeando cada palabra para decirle esperando que al final me diera ese beso, pero el muy hijo de puta no me dejo terminarlo.. Así como fue, no lo planee. Al principio mantuve los ojos abiertos, no me esperaba para nada que el beso me irrumpiera de esa manera, creí que tendría que esperar mucho más pero NO!. Fue hermoso, cerré los ojos y mis brazos fueron encontrando su cintura, llegando despacito a su espalda.. El ya me había ganado y ya estaba por mi cadera y apretó lentamente su cuerpo contra el mio. Todo tomó su tiempo, dio un paso más para estar más cerca como si siempre hubiese querido que pasara esto.

No me importaba Lautaro, no entendía ni en que día estaba... ningún hombre y definitivamente ningún beso me habían llevado a tan lejos, a tanto placer. ¿Acaso estaba en un hermoso sueño, en que las mejores cosas me pasaban a mí? ¡Mora reacciona! Por fin el está acá, es de carne y hueso.

Sus labios perseguían a los míos como nunca nadie lo hizo, lo abracé por el cuello y el estrechó aún más sus brazos rodeando toda mi cintura. Así quedamos los dos, por un tiempo... Mientras tanto los labios daban pasitos chiquitos, conociéndose... Ninguno estaba apurado por seguir el encuentro de esa manera tan dulce. Me alejé muy despacio con los ojos aún cerrados, no podía creer que el sea tan perfecto.

¿Podría este principio tener un final mucho más agradable? ¿Podría ser el primero de muchos más besos?

Quedé todavía abrazada a él sonriendo como una estúpida. Lo miré mirándome con la misma cara de embobado. Parecía un nene, adorándome; le brillaban los ojos... pero la forma en que me tocaba, la forma en que me había dado ese beso no mostraban ni un rastro de infante.

- ¿Dulce o salado?
- Como la primera vez – me reí - ¿Quién lo hubiera dicho?
- Tu hermano seguramente – y nos reímos juntos

Yo estaba tirada en el sillón y el estaba en la cocina. Ese sillón era suyo, pero a partir de hoy lo iba a sentir mío. Él era mío, y se sentía tan bien. Esa seguridad, esa relación sin ataduras. Son cosas que a veces no vienen con el paquete ‘hombre’ y yo lo había encontrado.

Estábamos sentados tomando mate, hablando de todo tipo de cosas cuando sonó el timbre. Se paró y miro por la mirilla; su cara cambió. Estaba como ¿Desesperado? No sé, no llegué a comprender lo que le pasaba. Se movía muy rápido, acomodaba las cosas de la mesa, sacaba el mate, tiraba la yerba. ¿Quién estaría detrás de la puerta? Lo notaba tan nervioso que pensé en preguntarle si quería ayuda, pero no llegué a decirle la primer palabra que ya estaba diciéndome que no importa lo que dijera la hermana, no le hiciera caso. ¿¡Alguien me puede explicar que carajo pasa!?

- ¿¡SOS IDIOTA DIEGO!? – y así entro la querida hermana, ni dijo hola, nada

Literalmente, él la estampó contra la pared y le susurró algo al oído a ella. Me miro, volvió su mirada a él, y llegué a entender algo como: ‘¿Por esta la cambiaste?’. Odio no entender nada, y menos cuando hace diez minutos todo estaba perfecto. Ahora yo soy el reemplazo de algún pasado oscuro de Diego, y claramente, a su hermana no le gusta eso. Entonces, ¡La hermana me odia! Vamos bien.

- Quiero que hablemos bien, estas malinterpretando todo Sofi
- ¿Vos me vas a hablar de malinterpretar Diego? Por favor, sos un hipócrita. ¿Te das cuenta que no respetas nada? Te dije que hoy venía y traes a la putita de turno justamente
- No le digas putita de turno Sofía, no te desubiques, ¿Dale pendeja? Supongo que la otra te mando a patotearme, pero te aclaro que estas bastante de más aca chiquita
- Mira, yo seré chiquita, seré una pendeja, todo lo que quieras, pero a mi ‘nadie me manda’. Vine con mis propios propósitos, porque me parece que le debes una disculpa a Lu
- ¿¡Disculpa!? Mira, que sea tu amiga no quiere decir que yo le deba una disculpa. Vos no sabes lo que paso entre nosotros, asi que no te metas...
- Creo que lo tengo más claro que vos Diego, se nota por lo que estás diciendo. ¿No crees que merezca un poco de respeto ella, después de 3 años de noviazgo?
- ¿No te parece que te podrías callar?
- No, porque estoy harta de verla llorar por un idiota como vos. Y por mucho que me pese, sos mi hermano, y tengo que venir a decirte las cosas como son, tengo que avivarte. Pero ya veo que tenés a alguien que te avive… de otras maneras
- FLACA, ¿¡TE DEJAS DE DESUBICAR!? Lo que pasó entre Lucía y yo es cosa nuestra, entendelo. Sos mi hermana menor, ni siquiera sos mayor, como para que vengas a decirme que hacer…
- Puede que no tenga un noviazgo de 3 años en mi historial ni millones de corazones rotos, ¿Pero sabes que? Yo la respeto a mi amiga y vengo acá para darle por lo menos un respiro a ella, para que la llames, para que le digas algo. ¡Por favor! Después de todo lo que le hiciste... por favor Diego
- ¿¡Que le hice!?
- Le metiste los cuernos Diego…

Y todo se quedo en silencio. Diego me miro y yo no le devolví la mirada. ¿Puede que otra chica en otro lugar este sufriendo por el chico que me hace feliz? ¿Puede él ser igual, en alguna parte, a Lautaro? Sentí mis ojos mojados, agarré una almohada y me apreté a ella. Los gritos volvieron pero ya eran casi imposibles de entender, trataba de no captar ninguna frase matadora, nunca más.

Las imágenes de aquella noche eran como una secuencia: veía como Lautaro pasaba su mano por la cadera de esa chica, y veía como Diego pasó la suya por la mía. También me vi a mi misma corriendo por lo adoquines, toda mojada, llorando. La imagine a esa tal Lucía llorando también, tratando de tirar todas las partes del cuerpo de Diego junto a las lágrimas. Pero las partes de él seguro volvían, como las de Lautaro en forma de lluvia… y me pegaban al cuerpo, como tatuándose, como obligándome a recordarlo por siempre. La parte que iba mas rápido era la de Fede, solamente me posaba en sus ojos llorando, como ahora los míos. El colegio pasó, las clases pasaron, pero nada curaba la herida. Lautaro seguía ahí para mi, como Diego seguía ahí para Lucía.

¿Por qué todos somos malos para algunos, y buenos para otros? ¿Por qué fue bueno conmigo y malo con ella? ¿Ella se lo merece? ¿Por qué es otra persona cuando esta conmigo? ¿Y por que, adentro mío, me siento culpable porque ahora me quiere a mi y a ella no?

En varios segundos ella agarró su cartera, Diego agarró sus llaves, ella le pegó una cachetada, él se quedo perplejo. ¿Qué más esperaba? Abrió la puerta y no la despidió, simplemente cerró la puerta y yo, por fin, levante la cabeza, que anteriormente estaba contra la almohada. Vino caminando lento y pusado mirandome directamente a mis ojos. Traté de secarme los ultimos indicios de lagrimas, pero era inevitable darse cuenta lo que pasaba por mi corazón. Se sentó al lado mío y miro para abajo. Apretaba sus dedos entre sus manos y podía ver como transpiraba. ¿Qué podía decirme? ¿Qué podía decirle? ¿Podía decirle algo acaso?

- No sé que decirte Mora…

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