No estás jugando con las cartas correctas

Después de la conversación con Fede, apagué la compu y me fui a mi cama. Ya instalada viendo nada y todo al mismo tiempo en la tele, no me di cuenta cuán cansada estaba.. Por fin tan quieta y con esa sensación de paz que invadía de pronto todo el mundo que me rodeaba, me quedé dormida en un hermoso sueño. Tan largo y placentero que no escuché la alarma. A eso de las doce menos cuarto entra mi viejo y me grita: '¡¿Mora!? Qué hacés que no fuiste al colegio? ¡¡LEVANTATE YA!!'.

Me levanté de un salto y mientras iba al baño las puteadas de mi viejo seguían.. Con un record de 7 minutos, ya estaba lista para irme

- ¿Ya estás? Comé algo que te llevo en el auto- ahora sí me hablaba como la gente, sin ataladrarme el cerebro tan temprano.

Agarré el primer paquete de galletitas que vi y partimos. Estaba algo nerviosa por la prueba de física que tendría en la segunda hora, llegaba justito pero no sabía nada y eso me estaba desesperando.. con la cabeza en otra parte no creí que hablaríamos de nada importante, hasta que el viejo me tiró con una bomba sorpresa..

- Escuchame Mora.. ¿Que pasa que te "colgás" tantas horas con este pibe, el entrenadorcito de Dante?

Pobre de mi viejo, tan perdido en mis idas y vueltas amorosas, no lo culpo. Eso sí, me saca de quicio que se haga el canchero, no sabía bien cómo explicarle las cosas faltando cuatro cuadras para llegar.

- Diego papá, el "entrenadorcito" se llama Diego, y nada.. es mi amigo, lo conocí cuando fui a ver a jugar a Dante
- Bueno, pero de éste Diego no sé nada. No me gusta que estes tantas horas en casa de un desconocido..
- No es un desconocido, vos no te preocupes pa, es re buen pibe..
- Más que pibe es un señor Mora, me gustaba más cuando te juntabas con Lautaro, ese era un buen pibe.. era más de tu edad, de tu onda, ¿Entendés? Además no sé porqué dejó de venir a casa, ¿Se pelearon?

Ése comentario era tan oportuno en estos momentos de mi situación sentimental, pero bueno, no era su culpa. Es lógico desorientarse si al principio siempre veía a Lautaro en casa y de repente se lo traga la tierra..
Ya bajandome del auto le dije: 'No pasó nada, solo dejamos de vernos tan seguido, debe ser por tantas pruebas.. no tenemos tiempo para nada y a Diego le pedí ayuda con biología, nada más. Chau pa'

La salvé de pedo, corrí al aula y me senté con Fede.. mientras el profe de Lengua no miraba le compartí un par de galletitas y le escribi en un papel: "Me quedé re dormida y no sé nada de nada,estudiaste?". Lo miré esperando la típica expresión de "en esta te ayudo, la próxima estudiá".
Y así sería..

En el recreo me dijo que Celeste lo había llamado llorando pidiendole perdón y entre tanto llanto, llegó a entender que necesitaba verlo y hablar de lo que pasó.

- Nos encontramos y todo parecía como la primera vez que nos vimos - me decía con los ojos iluminados - simplemente todo tubo sentido, todo cerraba.. entendía que si ese día me negaba me iba a arrepentir por mucho tiempo. Entendí que no era 'una más', de eso me quería convencer todo este tiempo pero no lo era, nunca lo fue ni lo va a hacer.. me enseñó a valorar algo en mi vida. Yo era un colgado, vos me conocías, no me importaba un carajo nada. Y apareció ella y cambié..
- Pero.. ¿Volvieron o no?
- ¡¡Si boluda!!
- Bueno eh.. perdoname, es que estoy con unos quilombos en la cabeza
- ¿Qué te pasa Mora?

Fuimos caminando hasta unos banquitos que están cerca del kiosco del colegio, él sabe que en cualquier momento entre el llanto que iba a salir de mis ojos iba a necesitar una buena barra de chocolate que cure mis penas.

Sentía que no me salían las palabras.. saber que Lautaro estaba por ahí y que en cualquier momento lo podría ver y expulsar por mis ojos unas grandes cataratas de llanto. La imagen era patética y estoy harta de ser la protagonista, quiero cortar esto de raíz.

- Por parte soy feliz y por parte quiero escurrir toda la sangre de mi corazón así no sirve más
- Demasiado gráfico.. pero dejando eso atrás, ¿De quienes estamos exactamente hablando?
- Medio obvio que Lautaro. Y se presentó en la escena Diego, el entrenador de futbol de mi hermano que resultó ser mi vecino. Tiene 24 años y es artista y biólogo creo.. y hace poco que nos conocemos, pero vos entendés, ¿No? Los pibes grandes, en tu caso pibas, son como más atrapantes, no sé
- Y sí, te llaman más la atención. Pero igual no te recomiendo a un pibe tan grande - ya tenía que bajarme de la nube el muy forro, odio la verdad
- ¿Por? ¿Qué estás insinuando?
- Primero que nada, vos tenés 16 casi 17 y el 24.. y es un tanto extraño que un tipo de esa edad se fije en una pendeja de tu edad si no es para coger. ¿Cogieron?
- ¡No pelotudo!
- Pero fuiste a la casa, ¿No?
- Sí - no sé a donde quiere llegar con todo esto - pero no tiene nada que ver que haya ido a la casa. Incluso me quedé dormida ahí, me tiré una siesta quiero decir, y nunca pasó nada boludo.. si se me hubiera querido tirar ya lo hubiera hecho
- ¿Vos que sabés?
- ¿Y vos?
- Mirá, yo solo te digo que te cuides. No tenés experiencia con pibes más grandes, ¿Entendés? No estás jugando con las cartas correctas

Y sonó la campana y se me avecinaba una prueba de la cual no sabía nada.. pero nada de nada. Cuando estabamos entrando al aula le dije a Fede que intente pasarme cosas, que no sea boludo, que me salve esta vez. Él me dijo que iba a hacer lo que pudiera, y como siempre dice: 'Yo no revivo muertos estudientiles'.
Separaron los bancos y empecé a transpirar, claramente no sabía nada.. no entendía donde había estado mi cabeza en todos estos meses. ¡Ah si! Ahora recuerdo.. en el corazón de ese pelotudo. 'Nos juntábamos a estudiar'.. que mentira. Y ahora veo los resultados.

La profesora empezó a repartir los temas y cuando llegó a mi banco depositó la hoja como en cámara lenta... era insoportable leer y entender que eso para mi era chino básico. Para empeorar mi situación era una prueba de tres hojas. Pasaba y pasaba las hojas y seguía sin entender.. nada, no entendía nada. Era desesperante. Las empecé a pasar más rápido y a generarme aire porque pensé que así me podía salvar.. pero no, no había caso, no sabía nada, estaba en blanco. ¿Cuando pasé de ser una estudiante promedio a una idiota que no sabe sumar ni dos más dos?

Dejé pasar veinte largos minutos y estiré mi brazo hacia atrás para que me pasara por lo menos las respuestas de la primera hoja. En ese lapso no paraba de mirar hacia todos lados y sentía como las gotitas de sudor recorrían mi frente. Nunca había estado en esa situación, nunca me había sentido tan nerviosa... Me tranquilicé un poco cuando en mi palma sentí el papelito que me rescataría.

Claramente no era una experta en copiarme y por muchos movimientos lentos que hiciera, la profe se dio cuenta qué pasaba...

- ¡¿LOPÉZ ME QUIERE DECIR QUÉ ESTÁ HACIENDO?!-
- ¿Yyyyo? Nnnnada profe, le juro!- y puse mi mejor cara de poker
- No se haga la desentendida, me cansé de su actitud, vaya a aprender a rectoria, ¡¿Quiere?!-

No sabía dónde meterme, cuando me paré vi como todos me miraban y empezaban a murmurar.. me acerqué al escritorio y para hacerme sentir peor:

-Sinceramente no sé qué le pasó Lopéz, nunca desaprobó mi materia antes o ninguna otra. Tengo que hablar con su padre de esto

Puse mi mejor cara de orto y salí volviendo a la purta giratoria. Genial, realmente no me pudo haber ido mejor... Creyendo que el día no podía terminar de peor manera, en la rectoria me esperaban la rectora... y la pendeja mal formada.

- Ustedes dos fueron las que se copiaron, ¿No?
- Sí - contestamos a coro y con la misma cara de despeción. Pero la mía era peor, no me pueden agrupar a mí con esa ofensa a la raza humana.. increíble
- A partir de mañana se van a quedar a archivar libros en la biblioteca del colegio, le guste o no. No quiero escuchar ninguna queja, tienen que sumar puntos para no terminar con todas las materias en diciembre, así que ponganse las pilas

Salimos las dos de la Rectoría y ahí estaba Lautaro esperándola a ella. No lo podía creer, realmente no. Cuando lo vi estallé literalmente en llanto. Me inflé con un pez globo, creo que no podía respirar. Era desesperante, todo este tiempo yo tendría que haber sido ella. No importa cuanto más me mienta, tengo que aceptar que lo extraño. Y ahora estaba todo al revés, no podía.

No me entraba la idea de que tenía que pasar por los menos dos horas cada día con ella por una semana. No soportaba ver como ella recojía y revivía todo lo que yo tiré por la borda.. no lo podía manejar. Una ira imparable me consumía, mis ojos ardían.. aunque él a ella no la tocara, él también se quedó inmovil.

Me quedé petrificada en la puerta del lugar donde me habían condenado de por vida, hasta que me vibró el celular: 'Soy Diego. Estoy en la puerta de tu colegio, pensé verte a vos antes de pasar a buscar a tu hermano para ir al club junto a los otros chicos y la combi. ¿Podés salir?' ¡Obviamente que podía salir! Era mi salvación, era perfecto. Salí corriendo y ahí lo vi, esperándome en uno de los bancos.

- Que rapidez
- Quería salir de ahí
- ¿Tan poco te gusta el colegio?
- Digamos que hoy definitivamente no es mi día
- Digamos que sí porque me viste
- Digamos que sí

Hacíendole señales le dí a entender que no había lugar en el banco porque tenía las cosas de gimnasia y me dijo que me sentara arriba de sus piernas. Simplemente no podía ser tan perfecto e imperfecto al mismo tiempo. Sabía que él estaba ahí adentro con ella, seguramente besándose como nunca me besó a mí.. y yo, acá, arriba de sus piernas, él agarrándome de la cintura, todo parecía tan lindo para ser cierto.

Como si fuera de sorpresa, estábamos casi chocando las narices.. y sentí eso que no sentía hace mucho tiempo: nervios. En mi cabeza resonaba la canción 'El Profe' de Miranda! y la palabra 'Coger' dicha por Fede.. pero nada importaba. Era ahora o nunca... hasta que no fue ahora. Me sonó el celular y vi un mensaje de Lautaro que decía: '¿Ponés una cara de mosquita muerta cuando me ves con ella y vos estás con otro tipo? Aclaremos los tantos Mora.. si vos te tomás tu tiempo, yo también ;)' I D I O T A. Además una carita de guiño. Empecé a girar mi cabeza buscándolo y no lo encontraba, ¿Donde estaría? ¿Lo beso o no lo beso?

¡N O! No estoy dispuesta a arruinar otra relación por mis malditos impulsos. Pero en cierto modo le tenía que decir que no, pero no un no definitivo, sino un no que dijera lo más simplificado posible algo así: acabodeveramiexymevioconvosyquieromorir.. y la mejor excusa era usar a mi hermano.

- ¿Estás bien Mora?
- Como te dije, hoy definitivamente no es mi día. Además tenés que ir a buscar a mi hermano y sus amiguitos de fútbol - y me paré
- Bueno, está bien - puso cara de confusión, odio esa cara - pero vení a casa hoy a la noche, hago algo para cenar
- No sé, hay quilombo con mi viejo, te mando un sms avisandote, ¿Dale? Chau chau - le dí un beso en el cachete y me fui corriendo a tomar el bondi para irme por fin de ese fuking lugar..