Un original deficiente

¿Estoy dispuesta a que se vaya devuelta? ¿Cuál sería el precio de una mentira?

4.2.10

- Uno veinte por favor...

Me subí al colectivo y pensé que todos mis problemas se habían ido por lo menos hasta mañana. Me sentía a salvo. Esa sensación de saber que es en el único lugar donde vas a poder sentarte y que nada va a cambiar: vas a poner las monedas, vas a agarrar el boleto, te vas a sentar o quedarte parada, y cuando queres, tocas el timbre y te bajas. Nada podía ser diferente porque no había lugar a que fuera diferente. Viajar en colectivo era lo más rutinario y seguro, porque nada podía cambiar.
Pero esta vez todo iba a cambiar.
Cuando me senté me sentí aliviada. Pude desperezarme en el asiento sin que nadie me dijera nada, a nadie le importaba mi presencia y eso era algo bueno. Pero como siempre digo, lo bueno dura poco. Cuando pensé que ese era el único lugar mío y solo mío, me había equivocado. Como por arte de magia veo subir a Lautaro, totalmente eufórico, al colectivo. No lo podía creer. Si era un chiste, no fue gracioso. ¿Y si esta vez el realmente me había seguido? ¿Porque tengo que hacer flashback todo el tiempo? ¿Porque me afecta tanto?
Puedo asegurar que sentía su olor aunque estuviéramos a treinta pasos de distancia. Parecía mentira que el asiento de al lado mío estuviera vacío. Nada podía ser verdad, querría estar en un sueño y despertar. Pero no. No era un sueño. Claramente no era un sueño porque se sentó al lado mío y me dijo un 'hola' seco.
¡¿Que esperaba que le dijera?! No lo entiendo. ¿Me había seguido hasta acá para decir un 'hola? Realmente alguien se está riendo de mi.. y no es gracioso.

- ¿Ahora me seguís?
- Necesito una respuesta. Te voy a hacer una pregunta. Dependiendo de tu respuesta, yo me bajo o no. Pero respondeme la verdad
- No tenés derecho a pedirme la verdad Lautaro
- Pero esta verdad la venís guardando hace mucho y yo sé que me la queres decir. Aunque te pese, yo te conozco
- Bueno.. dale, pregunta, asi terminamos con esto
- ¿Me amas?

¿¡Perdón!? ¿Que es esa clase de pregunta? Esa es la clase de pregunta a la cual no me quería enfrentar.. sinceramente no me quería enfrentar a ninguna, pero lo hizo tan directo. No había escapatoria: no podía salir volando por la ventana, no podía hacerme humo.. el cuento fantástico ya no me daba una solución, una ayuda. Porque esto era real y no había salido. El estaba acá, el me quería acá con él, y el quería la respuesta. ¿Estoy dispuesta a que se vaya devuelta? ¿Cuál sería el precio de una mentira?

- Sabés que la respuesta es que si, pero..
- Pero nada - me interrumpió - no me importa nada Mora. Si me amas querés estar conmigo, como yo quiero estar con vos. Porque aunque hayan terceros nunca te olvidaste de mi, ¿O sí?
- Sí, es verdad, pero..
- Basta de peros - me volvió a interrumpir

Esta vez me gritó. Esta vez me dejó sin habla. El me quería, el me quería ahí con él. Se estaba tirando a la pileta, lo estaba haciendo por mí- ¿Y si la pileta estaba vacía? Siento que millones de imágenes se me cruzan por la cabeza, y la mayoría tienen que ver con esa noche. Y se me cruza Fede y se me cruza Diego. Y lo peor es que me cruzo yo rompiendo en llanto..
Pero el no iba a dudar. Agarró mis manos y me miró a los ojos; podría jurar que fue como la primera vez. Me empezó a acaricar y entre cada caricia los malos recuerdos se iban yendo. Quería que se queden, pero recobrar la cordura ya no era una opción, ya era muy tarde. Agarró mi cara con sus dos manos y me dijo al oído: 'De una vez por todas dejate llevar por tus impulsos'. Soltó mi cara y nos miramos, podría jurar que por diez minutos simplemente nos miramos. Después empezó a correr mi pelo para atrás y a tocarme el hombro.
Yo no hacía más que mirarlo.. no podía ser cierto. No sabía que hacer, seguir mis impulsos nunca fue lo correcto y ahora el quiere que haga eso. Es insoportable ver como me lleva hasta mis límites. Pero era ahora o nunca, estaba harta de dudar todo el tiempo.
Me senté arriba de el, lo mire y le dije: '¿Y que hacemos después de todo esto?'. Yo quería saber, quería saber que iba a ser de mí. Nada nunca fue seguro con él y por primera vez quiero que todo termine bien.

- No sé, no te puedo asegurar nada
- Por favor, no lo arruines
- Esta bien

Nos miramos devuelta y no dude. No quería estar en otro lugar o con otra persona, con él es donde pertenecía. Donde el fuera yo iba a ir, porque los dos éramos uno en mi cabeza y eso nadie me lo iba a borrar, nadie lo iba a lograr.
Me empezó a hacer mimos y me sonrojé. Me sentía como una estúpida, como una nena. Me abrazaba tan fuerte y tan suave a la vez, era tan lindo que esperaba que no fuera cierto. Esperaba no caer devuelta en su trampa. Esperaba tantas cosas para el después-
Y me besó. Ese beso que venía esperando hace tanto tiempo, realmente sucedió. Era tan perfecto, era como lo había imaginado. Siempre eran lindos sus besos pero este fue especial, este marcó un antes y un después.

- Y, entonces.. - miedo, mucho miedo - ¿Volvimos?
- Decímelo vos
- Yo.. supongo.. creo.. sí, sí, ¡Sí! Volvimos
- Entonces estamos juntos devuelta mi amor
- Me tengo que bajar
- Bueno, esta bien - y me da un beso
- No.. ¡PARA! Promete algo
- ¿Qué cosa?
- Que no vas a cambiar de parecer, ni mañana.. ni nunca - lo ultimo lo dije bajito y le di otro beso
- Bueno, te lo prometo
- Te amo
- Yo también Mora, yo también

Cuando bajé de colectivo el mundo me bailaba. Parecía que todo iba al compás de mis pasos, yo estaba feliz y nadie me iba a tirar abajo. Por fin tenía todo lo que quería, por fin estaba con Lautaro y nadie me lo iba a sacar. Nadie, nadie, nadie. El es todo lo que quiero, yo lo sé.
Las imágenes malas se iban borrando y solo quedaba nuestro presente, que era lo único que me importaba. ¿Porque tenia que mentir diciendo que lo odiaba? Si yo misma lo sabia, muy adentro sabía que no me importaba que fuera un forro, yo lo amaba por otras cosas, el había sido bueno conmigo en un principio y ahora recuperé eso. Eso que me hace bien, eso que me hace respirar. Me llega de maneras que no puedo entenderlo, cuando estoy con él todo es lo mejor y nada me iba a hacer pensar lo contrario.
Llegué a la puerta del pasillo, la abrí y estaba Diego. Lo increíble es que no lo registré, no vi que el estaba ahí hasta que me agarró..

- ¿No pensas saludarme?

La imagen era más que una imagen. Me había agarrado de los hombros y puesto contra la pared. Como es de esperarse, el estaba adelante mío, tan cerca como la próxima vez. ¿Qué me pasa? ¿Porque no me voy? ¿Porque empiezo a temblar y a ponerme nerviosa?

- Me tengo que ir
- ¿No venias a cenar a casa?
- No, ya te dije que tenía problemas con mi viejo Diego. Me voy a mi casa, chau

Me soltó cuando puse tono de enojo y no caminando no miré atrás. Cuando cerré la puerta, me apoye en la misma, y bajando mi cabeza quedo entre mis rodillas y mis codos hacían presión, tratando de obligarme a encontrar una respuesta a estas preguntas: ¿Porque todo estaba mal? y ¿Porque tenía que estar llorando?
Creí que me quedaba sin aire, no lo podía creer. La verdad es que Lautaro no era todo lo que quería, él ya había pasado hace tiempo y lo me di cuenta que lo único que extrañaba eran sus actitudes de antes. Ese amor que teníamos, eso lo extrañaba. Ese abrazo, ese beso me hizo recordar su parte buena, pero la verdad es que la única imagen que tenía de él era besándose con la otra.
Extrañaba que me quieran, eso extrañaba.
¿Y que hacía ahora? ¿Para donde corría? ¿Me volvía a equivocar?
Abrí la puerta y, mientras iba rápido y trataba de secarme las lágrimas, le toqué el timbre a Diego. Cuando abrió puso cara de sorpresa y de enojo al mismo tiempo, yo sabía que estaba harto de mis bi-polaridades pero necesitaba sacarme algo del pecho.

- Mira, hace una semana corté con el chico que pensé que era el amor de mi vida. Lautaro se llamaba, y me metió los cuernos. Para olvidarlo estube con mi mejor amigo, Federico. Fui la peor y me di cuenta. No quería nada con nadie, estaba harta de los chicos, hasta que te conocí a vos y cambio todo. Vos no eras como todos, eras mas grande y realmente me cautivaste. Realmente creí que no tenía oportunidad con vos hasta lo que pasó en el colegio.. pero no pasó nada porque estaba mi ex cerca. Estaba llorando porque él estaba cerca. Cuando subí al colectivo, Lautaro me había seguido y me dijo que quería volver conmigo.. y yo le dije que también. No le encuentro explicación pero lo sentí como la primera vez.... me sentí enamorada. Pero cuando te vi a vos las cosas cambiaron, no aguanté ni diez minutos que me di cuenta que lo único que extrañaba es que alguien me tratara bien, que alguien me quisiera- y vos haces todo eso. Pero el plus de él es que yo se todo lo que va a hacer mañana, y me encanta la idea de que me abrace por los pasillos devuelta.. que vuelva el amor que nos teníamos antes. Vos haces todo bien Diego, y Lautaro hizo todo mal y esa imagen no me la puedo sacar de la cabeza, no lo puedo perdonar. - respiré - Pero vos, ¿Vos me querés querer?

1 personas comentaron:

Marte 16 de febrero de 2010, 20:47  

y esta vez yo queria quererla querer..
y ella no.
:O chaannnn

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