Un original deficiente

"Dejando atrás a esa chica, que tendría que haber sido yo"

10.10.09

Entre las luces, el humo y el alcohol, mis zapatos cayeron rendidos en un sillón que encontré entre mucha gente. Ese era el cuarto, en frente a la puerta, por donde el iba a entrar. Después de muchas horas de bailar, decidí que era hora de sentarme a esperarlo. No existía la opción de no verlo, yo sabía que él iba a venir… Me lo dijo. Claramente, yo sabía que todo esto iba a durar, que esta era la segunda de una serie de noches juntos.

Me senté con algunas chicas para disimular, no podía ser tan obvia… Ya todos sabían que habíamos estado juntos, y no quería darles razones para que comenten. ¿La verdad? ¡Era imposible! No podía no mirar el picaporte, como pidiéndole que gire… Hasta que realmente giró.
Por ser la última tanda de baile, empezaron a pasar las canciones del recuerdo. Y al compás del estribillo pegajoso de ‘What is love?’ vi a sus ojos mirarme. Se acercaba cada vez más, y yo decidí pararme para saludarlo. Con toda la emoción que tenía encima, el ‘alrededor’ suyo y mío nunca existió. Hasta que un brazo me obligó a sentarme.

- ¿¡Qué carajo pasa!? – Fue lo único que me salió de la boca, luego de ver que su cara no anunciaba nada lindo de ver.

Pero no me importó nada, di vuelta mi cara, para ver devuelta sus ojos que me seguían llamando como la primera vez que nos vimos, hace ya mucho tiempo. Al mismo tiempo que mi cabeza se movió, la de otra chica hizo exactamente lo mismo. A diferencia de que la que estaba al lado de él era ella, y que yo tuve que ver como lo abrazaba y como, agarrándola de la mano, la llevaba a otro lugar de la casa.

Como no me gusta quedarme con las ganas, diez minutos después decidí preguntar por él. Una ‘X’ persona me dijo que estaba en el patio, entonces no dudé un segundo y fui al patio. No tarde dos segundos, y llegué a la puerta que llevaba al patio, y la abrí.

¿Para qué? Me encontré con lo peor que podría encontrarme… Algo que ni en mis peores sueños me podría imaginar. Él se estaba besando con otra ¡Otra que no era yo! No hice más que quedarme parada, mirándolos fijamente. Mi primer error fue confiar en él, mi segundo error fue poner expectativas en nuestro amor, y el último y más pelotudo, fue quedarme ahí esperando... ¿Qué cosa? No sé.

Cuando terminaron de besarse, le agarró las manos con la misma suavidad que en su momento agarró las mías. Al mismo tiempo que acarició su mano, dejo de mirarla a ella y empezó a mirar a su alrededor. Cuando sus ojos llegaron a los míos, su expresión cambió a sorpresa… Él no esperaba verme ahí, y menos en ese momento.

Todo el clima de amor que antes había existido entre ellos dos, ahora había cambiado a otra cosa. Le soltó las manos, al mismo tiempo que yo abrí la puerta para irme. Dejando atrás a esa chica, que tendría que haber sido yo, empecé a pegar codazos y a sacar alcoholizados del camino, para poder pasar e irme a un lugar que considere seguro, porque en ese lugar nunca me iba a poder sentir bien…

Antes de pegar el portazo, escuche a la que antes, agarrándome de la mano, me advirtió el infierno que estaba viviendo. Cómo si pudiera volver a cambiar mis impulsos, me gritó algo como ‘¡No seas pelotuda y quedate, que la fiesta todavía no terminó!’ Que ilusas… Ella y yo.

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