Un original deficiente

No llores más, ¿No entendes que no te merece?

22.10.09

Inmediatamente después del portazo, mis pies me guiaron hacia la parada. Inconscientemente tomé la ruta correcta que me llevaba hasta ella. Pero mientras corria todo me frenaba, bailaban mis piernas de un lado a otro pero torpemente tropezaba en cada grieta. Llegué agitada, no había un alma en las calles. Me senté, peinandome un poco y mirando en todas direcciones, deseando que el bondi no apareciera, y en su lugar… que llegara él. No pensaba hablarle, surgía de repente ese dolor de estómago producto del alcohol, el enojo y por sobretodo la tristeza.. Todas las preguntas y las puteadas que quería soltarle se me anudaban en la garganta impidiéndome el habla. Porqué se tardaba tanto? Ya va a aparecer, en cualquier minuto va a llegar y me va a explicar todo pero.. ni idea que voy a decirle! Mientras pensaba y pensaba y se me revolvía el estómago y las ideas, dejé pasar un colectivo. Estaba segura que él me había seguido, quiero creer que fue así. Yo sé que sí! Pero hay tantas cosas que sigo sin entender, todos los porqué se fueron mojando, se resbalaban contra mi piel y se iban, pero sin embargo volvían transformados en nuevas gotas. Lloré inflando el pecho, agitándome.. apagando mis ruidos, sin mucho éxito. Con toda la cara caliente y roja escondí mi cabeza entre mis brazos y apretando las rodillas contra mi pecho, me quedé en un silencio absoluto. No sé bien cuántos minutos habían pasado, en el momento que froté los dedos en mis ojos y éstos me ardieron supe que ya había pasado bastante el muy hijo de puta nunca me había encontrado. Para peor.. tal vez nunca salió de la casa y jamás me siguió… Todo empezó con su cuerpo entrado por una puerta y dejé en el aire la historia cuando me fui por otra. Colgando quedó todo lo que nos pasó, queda su imagen, queda la otra chica.. y no sé que es lo que vendrá, no quiero que termine. Me estaba empezando a acostumbrar a su idea del paraíso pero todo terminó con un corte, tajante.. seco. Y para mi sorpresa, fue tan de golpe!.. pasó tan rápido que no me dio tiempo a odiarlo. No me di tiempo para captar señales, para saber si hice algo mal. Pero si él me quería y yo a él de la misma forma entonces no habría que buscar ninguna señal ahora, eramos algo no había etiqueta es cierto. Pero de todas formas, lo que hacíamos se categorizaba como “algo”, el comienzo de una relación..


Tratando de recordar alguna situación, frases o miradas que hayan salido de su ser no encontró nada. En el amor sólo reconocía calor, besos, abrazos.. ninguna palabra. Nada que le ayude a saber si pudo haber anticipado lo que vio. Siempre se pensó a ella misma como una ilusa, alguien que no podría darse cuenta de esta situación que había vivido. Y hoy lo comprobó, era ilusa.
Tal vez en un plan de salvarse del infierno de los adoquines rotos y las paredes de las casas donde el amor si existía, cerró los ojos y se internó en un profundo sueño repentino. El hemisferio de su corazón todavía latente, empezó a imaginar como hubieran sido las cosas si ese factor X, llamado chica, no hubiera interferido en su relación. Sintió una caricia, una brisa repentina que se repetía como una canción que en armonía con los colectivos, hacía eco en su cabeza y su corazón. Era tranquila como un día de lluvia, y suave como una flor. Las caricias se repetían, y parecían cada vez más reales.


¿Y si era él? De verdad la quería, de verdad estaba ahí por ella. No era ilusa, no se había perdido esa oportunidad de empezar de nuevo con alguien. Él la había seguido… Pero él no era él. Abrió los ojos, y recibió una imagen que no era la esperada. Federico no tenía cara de Lautaro, no tenían nada que ver. Su única reacción fue abrazarlo, necesitaba el calor de algún cuerpo, en el cual poder llorar.


- ¿Estás bien Mora?
- Quiero llorar
- Pero… ¿Qué pasó?


Todavía no lograba desprenderme de sus brazos, eran tan acogedores. No quería que el tiempo pase, me sentía bien… Era lo que necesitaba, pero no era Lautaro y no había comparación alguna, lamentablemente. La felicidad a medias acababa de darme la bienvenida.


- ¿Lautaro? – Su pregunta ahora era más directa, no podía escapar a la respuesta… No tenía ganas de hablar, había aclarado que quería llorar, pero el hambre del chisme puede siempre más.
- Sí, Lautaro
- ¿Lo viste con ella, no?
- ¿Vos como sabes?
- Yo también los vi, y te vi a vos… Y nada, te seguí. Supuse que ibas a estar mal
- No sé como agradecerte
- La única manera es sacando esa mueca de tristeza de tu cara y sonreír, es lo único que me haría feliz…
- ¿Y tu novia?
- Cortamos hará una semana…
- ¡Nadie nos valora! Jajajaja
- Por lo menos te estás riendo… Ahora estoy mejor
- ¿Y vos como estás acerca de eso, qué pasó?
- Las cosas simplemente no daban para más… Hace más de un año que estábamos de novios, ya no era lo mismo. Además, ella me dijo que estaba enamorada de otro, y eso fue el colmo de los colmos…


Mi reacción fue volver a abrazarlo. Un corazón roto mueve montañas, y más ese corazón roto. Fede no se lo merecía, era un flaco como ninguno. Supongo que hay millones de cosas más allá de lo que el cuenta que le darían a todo un poco más de sentido, pero me quedo con lo poco que sé.


Sus manos volvieron a agarrar a las mías, y esta vez secaron mis lágrimas y yo las de él. Sus dedos hacían dibujos en mis manos, y mi corazón se iba curando. Minutos después, yo estaba contra la pared y el estaba pasando sus manos por mi cintura. Apoye mi cara sobre su hombro, y volví a llorar. Con sus manos levantó mi cara, me miró y me dijo: “No llores más, ¿No entandes que no te merece?”. Haciendo una mueca, le di a entender que no iba a llorar más, y devuelta secó mis lágrimas.

1 personas comentaron:

Anónimo,  22 de octubre de 2009, 16:16  

Dan, Marte ♥
Es muy buena la historia y el final de este capitulo es muy tierno:)
como puede ser que escriban taan bien???
Dan si ves que mañana no te hablo es por no pegarte de la envidia que te tengo ;D
jajaja naaa mentira te quiero ♥

Firma: Mat, un admirador

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